¡Adiós pantallas, hola imaginación! Tips para que tu hijo se enamore de sus juguetes otra vez

Vivimos en una era digital, donde los celulares, tablets y televisores están al alcance de los más pequeños desde muy temprana edad. Aunque la tecnología tiene sus beneficios, el uso excesivo de pantallas puede afectar el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Por eso, muchos padres se preguntan: ¿cómo logro que mi hijo deje un poco las pantallas y vuelva a jugar con sus juguetes? La buena noticia es que no estás solo, y sí, ¡hay formas efectivas de lograrlo!

En este artículo te compartimos consejos prácticos, realistas y probados para fomentar el juego libre, la creatividad y la conexión sin necesidad de dispositivos electrónicos.

1. Sé su ejemplo

Los niños aprenden por imitación. Si ven que tú también estás siempre en el celular, querrán hacer lo mismo. Intenta reducir tu propio uso de pantallas, especialmente cuando estás con ellos. Apaga el televisor durante las comidas, guarda el teléfono al jugar con tu hijo y comparte momentos en los que ambos estén realmente presentes.

Tip extra: crea un espacio en casa donde nadie use pantallas, un “rincón libre de tecnología” que inspire creatividad, conversación y juego.

2. Organiza el espacio de juego

Muchos niños no juegan con sus juguetes simplemente porque están escondidos, desordenados o no son accesibles. Organiza un espacio atractivo, con estanterías bajas, cajas abiertas o estantes temáticos para que tu hijo vea fácilmente lo que tiene.

Rota los juguetes cada cierto tiempo. Guardar algunos y sacarlos después de unas semanas hace que vuelvan a parecer nuevos y emocionantes.

3. Juega con él, al menos al principio

Aunque el juego independiente es importante, muchos niños necesitan que un adulto les muestre primero cómo jugar o les inspire ideas. Siéntate con tu hijo, inventa historias, usa voces para los muñecos, arma un circuito de autos o simula que están cocinando en su cocina de juguete.

Esto no solo fortalecerá su vínculo contigo, sino que le mostrará que jugar es divertido… ¡y que no necesita una pantalla para entretenerse!

4. Establece horarios claros para las pantallas

En lugar de prohibir de golpe el uso de dispositivos, establece límites saludables. Puedes usar un cronómetro o una rutina visual que indique cuándo es hora de jugar, comer, leer o descansar.

Un buen ejemplo podría ser:

  • Pantallas solo después del almuerzo y no más de 30 minutos.

  • Nada de dispositivos una hora antes de dormir.

Cuando el niño sabe qué esperar y hay consistencia, se adapta mejor a los nuevos hábitos.

5. Ofrece juguetes que fomenten la creatividad

No todos los juguetes son iguales. Algunos solo se pueden usar de una manera (como un juguete con luces y sonidos que hace todo por sí mismo), mientras que otros invitan a crear e imaginar (como bloques, muñecos, títeres, disfraces, cocinitas o rompecabezas).

Busca juguetes abiertos, que puedan usarse de muchas formas diferentes. Esto mantiene el interés por más tiempo y ayuda a desarrollar habilidades importantes.

6. Fomenta el juego al aire libre

Si tienes la posibilidad, sal con tu hijo al parque, al patio o simplemente a caminar. Los juegos al aire libre estimulan la exploración, el movimiento y la interacción social. Además, alejarse del entorno de casa ayuda a romper la rutina de las pantallas.

Puedes llevar sus juguetes al exterior: una pelota, un carrito, una cuerda para saltar o hasta sus muñecos para hacer una aventura al aire libre.

7. Invita a otros niños a jugar

Los niños se sienten más motivados a jugar cuando tienen con quién compartir. Invita a primos, vecinos o compañeros del jardín a casa para jugar juntos. No necesitan muchos juguetes ni una gran preparación: una caja con bloques, una mantita y algunos muñecos pueden dar para horas de diversión en grupo.

8. Refuerza positivamente el juego sin pantallas

Cuando tu hijo juegue solo o contigo sin pedir una pantalla, felicítalo. No se trata de premiarlo con golosinas o juguetes nuevos, sino de mostrar entusiasmo genuino:
"¡Qué bien la pasaste armando esa torre!"
"Me encantó ver cómo hiciste esa historia con tus muñecos."

El refuerzo positivo construye hábitos. El niño sentirá que jugar con sus cosas también tiene valor.

9. Haz una “desintoxicación digital” gradual

Si tu hijo está muy acostumbrado a estar con pantallas, el cambio debe ser gradual. No necesitas quitarle todo de golpe, pero sí puedes reducir poco a poco el tiempo que pasa con ellas mientras aumentas las oportunidades de juego libre y conexión.

Hay aplicaciones que ayudan a controlar el tiempo de uso o incluso puedes configurar la tablet para que se bloquee después de cierto periodo.

10. Haz del juego una prioridad familiar

Muchas veces los niños buscan pantallas porque se sienten aburridos o solos. Si el juego se convierte en parte de la rutina familiar —como leer cuentos antes de dormir, armar una torre juntos después del jardín o preparar una merienda de mentira con sus utensilios de juguete— será mucho más fácil que lo prefieran.

El juego no es solo un pasatiempo: es la forma en que los niños entienden el mundo, se expresan y se desarrollan emocionalmente.


Reducir el tiempo frente a las pantallas no se trata de castigos ni de reglas rígidas, sino de ofrecer alternativas atractivas, crear rutinas positivas y reconectar con lo que realmente necesita tu hijo: tiempo, atención, imaginación y juego. Con un poco de organización, paciencia y participación activa, los juguetes pueden volver a ser sus grandes aliados.

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